viernes, 15 de mayo de 2015

hasta las 18.48 (3 de 38 velitas)

Cuando la confianza se quiebra, suena como un cristal: un sonido casi bello de tan desgarrador.
Escaparía tantas veces como quisiera de la prisión de mis consuelos.
Nada en el mundo ha sido hecho para parir. Mejor se consuelan los monos, murucuyando todo el día sin tono ni sol.
Es que he venido a parar a la jaula de los cuervos, y nadie se salva de su condición: no, ni siquiera tú, ninguna de mis yugulares estará lo suficientemente abierta.
Y aún así, es mejor preferir que cerrar. Es tan incierta nuestra experiencia de la tierra. Esta vida que vinimos a ocupar, como un canto en la fuente. Tan frágil todo lo que construimos. Tan la muerte o el despido o el desalojo del otro lado. 
Nada. Detengo la escritura, pero debo seguir. Seguir. No sé cuántos minutos, pero por lo menos hasta que el reloj dé las 18.48.
Entonces será la hora. Qué lindo poder escribir "entonces será la hora" y que eso despierte unabanicodeposibilidades. Un pánico de posibilidades. Mi pecho es eso ahorita mismo.
Todo. Todo parece seguir su rumbo. Las estaciones, los meses, los agujeros, las partidas, las casas, las raíces, los aviones, trenes, colectivos, todo en su rumbo en el mundo.
Suenan tambores y la radio está muy buena. La recomiendo en este acto: BABEL FM, 97.1, la programación es inspiradora, son músicas del mundo, de las que tienen alma.

La confianza que se quiebra suena como un ciclomotor: es molesta y nadie le pidió que apareciera. Queda un ronroneo quejoso en el medio del pecho, y las preguntas y las revisiones del guión que llevó a esa tensión. No puedo escapar, todavía son las 18.44.
Lo que yo vivo y siento perfecto en su calidad de presente, sé también que puede no estar cualquier otro día, por eso lo disfruto tanto hoy. Y si no está, será porque es hora de barajar de nuevo. No me asusta empezar de cero. Tal vez me asusta construir, por lo de tener que empezar otra vez y otra siempre una vez más.

Algo cae al piso. Es un golpe sordo. A caída amortiguada. Luego la lija. Suena a carmín oxidado. Y siguen los tambores jazzdomberos. La mosca verde mordiendo el borde de la conciencia: legalicen al amor!

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38 velitas: es mi regalo de cumpleaños, escribir 38 posts acerca de lo que sea.

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