jueves, 25 de diciembre de 2014

horizontes

He dejado de escribir mis páginas diarias. He abandonado el norte desde hace rato.
La mera supervivencia como única ambición.
Escribir para ganarme la vida. ¿Cómo que no? Gano vida escribiendo, lo mismo que cantando, lo mismo que amando.
Ganar suficiente vida para poder dedicarla a esos menesteres ociosos llamados arte, cultura, espiritualidad.

Hoy es Navidad. ¿Se supone que debería estar escribiendo acerca de eso?
¿Acerca de qué cosas has escrito este año?
¿A mí me preguntas?
Sí, a tí.
No importa acerca de qué. Lo que importa es de qué manera lo he hecho.
¿A dónde has apuntado tus esfuerzos?
A alejarme de la sociedad y sus saciedades.
¿Cómo te sientes?
Perdida y ofuscada; enojada y con culpa. Siento que soy demasiado permeable a los estados emocionales de quienes me circundan. Y aunque no me lo hayas preguntado, lo diré igual: es importante pensar acerca de qué cosas NO he escrito. Y sabes? En este momento me siento también "elevada" por efecto de eso que acabo de fumar. Y ese es un tema que ha faltado en mis escritos: las cosas que me fumo por olvidar respirar.

¡Hay que hablar de las cosas por su nombre!
¿Hay que hablar de las cosas por su nombre? ¿Así subestimas a la metáfora?

Me cansan los ejemplos de vida como Gurdjieff, o los casos exitosos, como el Vendedor Más Grande del Mundo, que dio el primer paso de su fortuna ofreciendo todo cuanto poseía al Niño Jesús en la noche de su nacimiento. Me cansan, porque soy perezosa, y mi única ambición es la mera supervivencia.
Aunque mienta, y sepa que el exceso de ambiciones es el motivo de mi pereza. Y tal vez, un poco, la marihuana. - No, esperá, se supone que tendría que hacer mi defensa de la planta, más que atacarla. - Sí, claro, puedo defender la despenalización, puedo defender la no-criminilización de un acto por demás inocuo como puede ser cultivar la planta que después vas a consumir con fines recreativos o medicinales (porque hay que ayudar a la cabeza a soportar este sistema en el que nos metieron). Pero no puedo defender el uso indiscriminado para alguien como yo, que ya solita vuela sin necesidad de que le suban los humos. Que solita se dispersa con el vuelo de una libélula o el sonido de un grifo abriéndose en la vereda.

Pero, Juli, ¿cómo te vas a ir así de Buenos Aires, tres días antes de Navidad?
Ni idea, un paso atrás del otro. No sé si son pequeñas venganzas absurdas o convicciones ideológicas que se sostienen en acciones de este tipo.
Pero, vos no habías vuelto del paraíso por tu familia?
Sí, pero también por ellos me vuelvo a ir.

¿Alguna vez supe lo que estaba diciendo?

¿Me sirve de algo cualquier cosa que no sea este azul que oigo?






domingo, 23 de noviembre de 2014

identidad (30 de 30)

Hoy no tengo ganas de escribir, y sin embargo tengo tantas ganas de encontrar maneras de decir que las arcillas nos devuelven a un estado anterior a todos los descascaramientos, o que las flores silvestres de Colonia en primavera resisten cualquier desalojo de ladridos (o ladrillos) gastados. Decir cosas como que nunca el futuro estuvo tan cierto en su incertidumbre, o que ya no me interesa entender cómo caí en este modo de vivir porque siempre fue el mismo deseo de lo salvaje. Entonces así el retorno de N hace aparecer búsquedas olvidadas, y los desentendimientos con J me acercan a una distancia necesitada para el re-empoderamiento.

Es luna nueva: las cuevas aúllan, el río oscurece. Reflejo allí el alma porque también debe adquirir consistencia, ser metida al horno, cuajar en nueva identidad. La dulzura está sobrando, ya no quiero mieles por miles. Basta de inocencia! Basta de una cosa o la otra! 

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Volví a dormir enmascarada, entonces los sueños se animaron a mostrarse. Primero parecía una fiesta de antifaces: ese grupo de la secundaria! MM, IV con un look mezcla AN y ella misma de una manera esquimal y vikinga: pelo como lo tenía mi madre en España año 89, o como Glenn Close en Atracción Fatal. Platerías sofisticadas, con malaquitas acróbatas, sobre la falange superior de la oreja. Luego, Flor y Ceci sellando su complicidad con un beso suculento. Y ahí quedo, perdida e indecisa con la pala en la mano al lado de la casa de adobe, tratando de entender si era que elegíamos primero el lugar donde íbamos a dormir para luego a armar los equipos, o si los grupos se armaban primero y así elegir dónde dormir. De cualquier manera, quedé como un cuatro de copas: sola y confundida.
Hubo más, y la sensación al despertar fue de alegría por haber recuperado mi dimensión onírica. Sin embargo, las puertas están abiertas para la transformación. No hay más sensación de tiempos perdidos ni de espacios inaccesibles.

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No parar de trabajar con niños. No parar de hacer música CON OTROS. NO PARAR.

Deténte. Respira hondo. Retiene. Exhala.

A NADIE DEBES DEMOSTRAR NADA.

Pero qué lindo compartirse. Qué lindo atravesar el puente de lo interno a lo externo trans-portando la materialización de una visión o emoción.

- todo radica en la necesidad de comunicar algo –

Amanecí con el sol, mas las nubes ya estaban despiertas y bloqueaban la vista del astro. Los pájaros me despiertan también, mas sus cantos son inciertos. Un hueco se abre entre los árboles y me dejan ver una tortuga que busca elevarse. Somos infinitamente más posibles que lo que nos permitimos imaginar. Casi no necesito caminar hasta el salto para sentirme parte del paisaje.

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 “It is easy to forget how mysterious and mighty stories are. They do their  work in silence, invisibly. They work with all the internal materials of the mind and self. They become part of you while changing you. Beware the stories you read or tell: subtly, at night, beneath the waters of consciousness, they are altering your world” y las películas que pasan en el bus me dejan pensando cómo viviré el sexo a partir de mañana.

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Una nueva identidad. Publicar los escritos más prohibidos de los que sea capaz con un alias que no sea rastreable. Que sólo quienes yo quiera sepan que soy yo. Escribir acerca de mis fantasías, acerca del sexo como siempre me jacté de vivirlo: sin tabúes. “Todas las represiones acerca de mis sueños y de las posibilidades de transformarlos en realidad que se encargó de inculcarme Madre, no tuvieron eco en mi vida sexual.” Recuerdo decirle eso a mi terapeuta que casualmente tenía el mismo nombre que mi madre, y ya eso es mucho decir.

Hablar sin tabúes de mi falta de tabúes. ¿Existe necesidad de apelar a personajes imaginarios cuando mis experiencias superan muchas veces lo que cualquiera podría imaginar? La literatura permite eso: ampararse en la imaginación para hablar de nuestros sentimientos más íntimos.
Anaïs Nim: mi mentora en esto de desnudarme para verme, entenderme, aceptarme, y sobre todo: potenciarme.

No diré que me sobran los motivos para soñar dormida: hay que estar bien despierto para escuchar las voces que allí hablan. Allí en ese mundo donde los números nos indican algo más que el destino de nuestra suerte. Atino Desatinos Desmedidos. Sin alivios. Mi nombre verdadero. El nombre con el que me permitiré ser verdadera. “Hoy te pusiste tu vestido de prohibido.”

domingo, 2 de noviembre de 2014

opuestos, parte 1 (29 de 30)

1. De Faldas y Periferias

New Orleans. Una ciudad hecha de periferias. Una capital devenida periferia.  

Llegué en bus desde Florida, sin más referencia que la que me había dejado el único contacto de CS que había respondido mi pedido de couch: yo no te puedo alojar ahora, me dijo, pero te sugiero que cuando llegues a la ciudad vayas al café Flora, en el Bywater. Es el lugar donde se reúne toda la gente alternativa de la ciudad. Si caés ahí, seguro te vas a ir con algún buen dato. Busqué en el mapa. Para llegar hasta ahí desde la estación, tenía que atravesar un buen trecho de la ciudad, que tiene forma de L: tenía que ir de una pata a la otra de esa L. Entonces supe lo largas que eran las distancias en Nueva Orleans. 

Llegué al café Flora a las 10 de la mañana, tranvía y bus de por medio, con mi mochilota en la espalda, mi mochilita en la panza, y mi ukelele en la mano. No me voy a detener en la chica-chico que me atendió - Flora her/himself - ni en la variedad de cafés y muffins que vendían. Tampoco en la cantidad de jóvenes tatuadísimos y alternativísimos conversando acaloradamente acerca de proyectos para cambiar al mundo al ritmo acelerado del café que tomaban. Ni siquiera me voy a detener en el piano abierto que se encontraba en el centro de la sala, sonriente y esperando que alguien le cepillara los dientes. Me detengo sí en la falda que lleva esa chica. Yo tengo una con el mismo corte. Adoro esa falda. Mañana me la voy a poner. 

Finalmente de Flora me fui con el dato de un hostel, India House, 20 dólares la noche. No era mi idea, pero todavía tenía plata. India House quedaba en el ángulo de la L, en Midcity. Volví a tomar bus y tranvía, y me instalé en una habitación compartida. Mirando una cartelera del hostel, encontré información de una cooperativa de bicicletas. Genial, me dije. Ese es mi próximo destino en esta nueva ciudad. Ahí voy a poder conseguir una bici para moverme en la ciudad, haciendo algún canje. Miré el mapa. Parecía cerca de Flora. Me acordé de la falda, y me la puse.

Allá fui, a un barrio en desarrollo cerca del 9th Ward. El bus me dejó en la misma avenida que para ir a Flora, pero tenía que caminar para el otro lado. El paisaje de casas coloridas del Bywater y el Marigny quedaba atrás, y al frente se veían casas de ladrillos, de cemento, vías de tren y un puente larguísimo para cruzar a pie. Zona desconocida. Población negra, marginal, pobre. Y yo con esta falda, tan corta. Quién me manda a mí, tan rubia, ponerme una falda tan corta. Menos mal que traje unas calzas en la mochila.

Después de unas vueltas, y de entender que no me iba a pasar nada, pedí indicaciones para llegar a Rubarb, que las personas del barrio conocían bien. Un taller-de-bicis-centro-social manejado por jóvenes que donan su tiempo para enseñar a los niños del barrio a arreglar y armar sus propias bicicletas. Fue muy simple conseguir lo que había ido a buscar: me prestaron una bici armada con partes de varias, y a cambio fui varias tardes a participar de las actividades del taller. Los chicos de la cuadra venían a tomar la merienda, a jugar, algunos se enganchaban más con las bicis, otros menos. Yo jugaba con ellos, claro. Recuerdo una nena, 9 años, Shewana, que bailaba flamenco. El fuego que tenía esa nena iba a ser difícil de apagar. Iba a ser más bien un incendio forestal de esos que dejan todo a cero. Se paraba en la mesa de madera y empezaba a zapatear, aplaudir y cantar, como demostrando que no se trata de la raza, se trata de la raíz. Roots. Nunca la hubiera conocido si hubiera ido a la otra cooperativa de bicis, la que descubrí más tarde, que queda en el centro, donde te cobran por usar el taller y donde la gente del café Flora va a arreglar su móvil. Eso sí, cuando salí de Rubarb ese día en mi nueva bici, tenía las calzas puestas. 

2. De Naturalezas Domesticadas

Cataratas de Iguazú. ¿Existe acaso una expresión más potente en la naturaleza que megalitros de agua cayendo por precipicios abismales? ¿Puede competir una playa de alguna isla del Pacífico con el concepto ideal de "paraíso"? Pienso que no, mientras me detengo en el detalle de esa mini cascada cayendo entre el barullo del Salto San Martín y el otro Salto enorme cuyo nombre ya olvidé; esa mini cascada impregnada de helechos, musgo, mariposas y vencejos. Siento estar en un lugar donde la abundancia de agua que fluye permite lavar cualquier tipo de culpa, incertidumbre, trauma, herida del pasado o del futuro.

Stop. Interferencia. "Salto San Martín". Interferencia. Pasarela llena de turistas con cámaras. Interferencia. Bolsa de papas fritas olvidada en el suelo. Estas cataratas existen hace millones de años. Sólo hace unos ¿cien? ¿doscientos? Un hombre occidental las "descubrió" y un día otro hombre las dio a conocer. Agradezco, por un lado, que alguien una vez haya decidido compartir el descubrimiento con toda la humanidad. Agradezco las pasarelas-puentes - grandes obras de ingeniería - que me permiten llegar a la boca misma de la Garganta del Diablo y llorar inexplicable e irremediablemente, las lágrimas expuestas al torrente, mi alegría transformada en emoción de agua, agua, agua. Todos los males del mundo se aplastan y desaparecen y se ahogan y se transforman en lecho, cauce, amor. 

Elegí un lugar especial para hacer este ejercicio, lo sé. Para llegar al espectáculo natural he tenido que pagar un ingreso, recorrer caminos de cemento desde la entrada hasta la estación de tren, tomar el tren que me ha llevado hasta un puesto de comidas, agradecer que he traído comida y bebida porque los precios... caminar por más caminos de cemento, leer carteles indicativos, evadir la prohibición de fumar (tranquilos que fumo armados sin filtro y me guardo las puntas!), y sentirme un bicho raro por sentarme en las rocas que están fuera del camino en el tramo del circuito inferior que lleva al embarque de las lanchas que te llevan hasta la isla que está enfrente. 

El ser humano se hace presente en proporción a la fuerza del espectáculo.

Continuará ... En la próxima entrega: "De Emociones Públicas"


(Juli: buenísimo lo que nos contás, agarrás las consignas para cualquier lado, pero lo estás intentando y eso cuenta. Dejate llevar un poco más hacia el costado desconocido de tu escritura. Ese que no narra tan linealmente, sino el que agarra la tangente, el sentido menos evidente)

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El "desafío creativo" es una adaptación de la Dinámica Creativa propuesta por MV acá. Llegué a alguien que estaba haciéndolo. Yo necesitaba una inspiración para tener constancia en la publicación de entradas, como un modo de adquirir una disciplina, una rutina, un entrenamiento de escritura. Eso, por decantación, me fue guiando hacia la búsqueda de una expresión literaria más profunda. Todo esto tiene su raíz en la voluntad de abrir cada vez más el camino hacia mi alma, hacia el lugar donde se lee en el revés de la trama. 
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sábado, 1 de noviembre de 2014

mis nortes, parte 1 (28 de 30)




"Práctica sugerida: recuerda algún viaje previo, cerca o lejos, no importa. Toma notas en forma de memorias: ¿qué cosas dijiste de ciudad, qué cosas viste en ese viaje? Y luego fabula, formula hipótesis (pueden no tener ningún tipo de sentido) acerca de todas esas cosas que dejaste afuera: personajes, situaciones, colores que no pudiste ver. Es un pequeño esfuerzo: lo haces a consciencia, la atención se transforma, te vuelves más amplio, y tienes más caudal de palabras que ahora puedes mencionar. Y cada vez que estés por comenzar un viaje, recuerda mirar más allá, abrir los ojos, hacer silencio, dejar tus verdades al costado del camino para contar con la posibilidad de reconocer otros nortes, escuchar otras palabras, y ampliar el horizonte con el cual vives tu vida." (Norte de Papel, semana 3, clase 13. Un norte ideológico: la mirada y el camino)

Portland. Bebederos. Transporte público gratuito. Bosques milenarios a distancia de caminata desde el centro. Productos orgánicos. Puentes y el río Potomac. Pero viví demasiado tiempo en esta ciudad para hacer este ejercicio. Veamos alguna que haya visitado por pocos días. (¿Viví demasiado tiempo en esta ciudad para hacer el ejercicio de plantear una hipótesis acerca de algo que no haya visto en ella, algo que se me haya pasado desapercibido de ella? Volveremos sobre esto en unos instantes.)

Amaicha del Valle. Cerros. Un lugar donde podría vivir. El hombre que nos invita a su casa a un día de caminata, montaña adentro. El carnaval anti pachamama: pomos en el piso, generadores de energía contaminando de ruido la plaza, saturación. Mujeres al poder (sociedad matriarcal). La reunión de copleras. La vida artesanal: pensé poder vivir en ese pueblo un tiempo, sólo por pasar el tiempo aprendiendo a hacer cosas con mis manos: cerámica, tejido, curtiembre, telares, ni hablar del canto con caja. La madre de Angela, coplera, artesana, campesina, picante, de descendencia frugal. La casa de Angela y Jorge y la casita de huéspedes del fondo. Verónica Condomí y su taller de canto circular, y su concierto. La gente que se jubila y se viene a vivir a Amaicha, o los que tienen aquí su casa de vacaciones. La tormenta en la carpa y los truenos más estrendosos que experimenté en mi vida. La mujer del vivero de Córdoba, regalando miles de plantas y árboles.

Lo que me sucedió con Munay, su hermana y el tarot fue tal vez la muestra de una hipótesis que nunca antes había formulado: que hay secretos escondidos bajo mil llaves y que el sólo proponer la existencia de una llave maestra puede generar altísimos cortocircuitos.

Pero a ver qué otra cosa podría no haber visto en Amaicha... Porque las nubes me hablan siempre, igual que las veredas y el color del aire. Veo el perro atado en la segunda casa camino a la feria e imagino diez perros más viviendo en la habitación del fondo, y los diez hijos de la familia usando a los perros de almohada. Y también imagino una concepción del tiempo que podría tal vez explicar pero nunca entender. Tiempos de cosecha, de riego, de espera, de caminar hasta el campo aquel donde el trigo y la alfalfa. Tiempos de esperar a los hombres que volverán borrachos pero que nunca serán echados de la casa. Tiempos de reunirse a compartir coplas picarescas, y sobre todo: tiempos de no envejecer porque en cada arruga de las copleras viejas desaparece el tiempo. La juventud no está sobrevaluada en este pueblo: ser la más vieja puede ir de la mano de ser la más codiciada por ellos.


(Juli: tu escrito está muy lindo, nos hacés un mosaico de dos lugares bien diferentes. Pero... por qué no ahondás en la historia del perro? O en el misterio escondido en aquel campo de alfalfa?)

Ok.

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El "desafío creativo" es una adaptación de la Dinámica Creativa propuesta por MV acá. Llegué a alguien que estaba haciéndolo. Yo necesitaba una inspiración para tener constancia en la publicación de entradas, como un modo de adquirir una disciplina, una rutina, un entrenamiento de escritura. Eso, por decantación, me fue guiando hacia la búsqueda de una expresión literaria más profunda. Todo esto tiene su raíz en la voluntad de abrir cada vez más el camino hacia mi alma, hacia el lugar donde se lee en el revés de la trama. 
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domingo, 12 de octubre de 2014

queen of the bus (25 de 30)



queridas hermanas:

así me sentí esta semana en juiz de fora: la reina del bondi. qué chistoso, no creen? ya saben, por eso de aquel amor de mi vida, que supo ser el rey.

empezando el lunes, y a medida que fue transcurriendo la semana, el nivel de intercambio energético ocurrido en mis intervenciones musicales espontáneas frente al público-pasajero fue incrementando, llegando a una cúspide los días antes y después del eclipse. muchos portales se abrieron, lo sentí, y la abundancia rodó por el estuche de mi ukelele. vendí diez discos en dos días, además de que la tapa va tomando cada vez más forma: uke del sur va cobrando alma, se va curtiendo, igual que daisy, igual que yo, con cada performance, con cada copia vendida. 

brasil me está enseñando a ponerle sonrisa al ceño fruncido, como un piedra-papel-o-tijera donde la sonrisa siempre gana. he notado, al verme en fotos o videos cantantes, que el sufrimiento prevalece en mi rostro como gesto expresivo. entonces he querido "mudar", cambiar eso. aquí la gente sonríe mucho más que en otras ciudades. hay de todas maneras un grado de inhibición comunicativa más alto del que esperaba encontrar en estas tierras. sería injusto decir que eso es lo que predomina. he entablado diálogos bonitos con personas de lo más variadas. el portugués se me "escorruga", se resbala a veces de mi lengua o mi oído. a veces no sé si cuando le estoy contando a la "galera" (la gente, el grupo) la historia de mi vida de música itinerante, o de qué se trata la letra de este tema, o que la cumbia es originaria de colombia pero se baila ("dança") en todo latinoamérica, yo no sé si ellos me entienden o no. pero se sonríen, y cuando paso la gorra, todos colaboran, hasta los del fondo (porque yo no dejo a nadie afuera, y camino y bailo del frente al fondo un par de veces por función, aunque las curvas morro arriba y morro abajo me obliguen a los más extraños "jeitos" de equilibrismo... no es sólo música, es espectáculo mismo).

salgo a trabajar todos los días entre 2 y 5 horas dependiendo de la dinámica de cada día. y así voy juntando un buen número de reales, que puedo ahorrar ya que nos tienen como a dos reyes (no dije que era la reina? sí, con otro rey. ahora somos emperador y emperatriz... pasamos de ser arcanos menores a mayores, madurando y aprendiendo a separar el trigo de la paja). entre d, m y d nos dan casa, comida, salidas, cervezas, hasta sushi comimos anoche. m, que es dueño de una gráfica, me imprimió la tapa de uke del sur en una cartulina reciclada, escaneó el dibujo y la contratapa (que yo venía fotocopiando estilo fanzine) y le aplicó diseño, entonces ya superé la precariedad del xerox y tengo la tapa en un archivo digital. tengo el gran sueño de hacer una edición "deluxe" de mis discos, armando un libro-caja-disco doble que contenga jali moon trip, uke del sur, y alguna aventura literaria con encuadernación y armado artesanal. o tal vez se concretará en el tercer disco, que ya estoy empezando a imaginar.

quisiera ahondar aún un poco más en otros asuntos, como ser los próximos pasos a seguir: quedarme acá y hacer un poco de vida en jf? o moverme pronto hacia el próximo destino? pero el tiempo entre eclipses no es para perderlo intentando capturar una instantánea del futuro, sino del presente mismo. el presente me encuentra enfocada en juntar "grana" suficiente para llegar hasta el próximo destino y tener un resto que me permita pagar los primeros días de alojamiento en caso de no tener a nadie que nos reciba en su casa. tenemos para eso unos cinco días más en estas mismas condiciones. luego se verá si partimos o nos quedamos.

pero el hambre me llama: he de ir a preparar el almuerzo, para luego salir a la función de circo a la que me invitó esta semana g, de la carrera de artes de la uni. hoy es el día de los niños y tengo que llevarme a pasear.

para despedirme, un poema en aire de décimas que escribí hace muchos, muchos años.

acostumbrarse a sufrir es peor que sufrir.
no apoyo el masoquismo
sólo tomar conciencia,
armarse de paciencia
y que la atención al sufrimiento
sea impulso, movimiento.

resignación es dejadez.

acostumbramiento, placidez:
eso es veneno.
(los pingos salen en enero,
cuando la cancha se llena de arena
es hora de encarar la faena)

y sin dejar de pensar

en nuestro estado ni por un momento,
trabajar desde el adentro
es requisito indispensable.
y la disciplina
no es rutina
no es acostumbrarse
es ocuparse
de que la sangre no se enfríe.

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El "desafío creativo" es una adaptación de la Dinámica Creativa propuesta por MV acá. Llegué a alguien que estaba haciéndolo. Yo necesitaba una inspiración para tener constancia en la publicación de entradas, como un modo de adquirir una disciplina, una rutina, un entrenamiento de escritura. Eso, por decantación, me fue guiando hacia la búsqueda de una expresión literaria más profunda. Todo esto tiene su raíz en la voluntad de abrir cada vez más el camino hacia mi alma, hacia el lugar donde se lee en el revés de la trama. 
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miércoles, 1 de octubre de 2014

lençois, parte 3 (24 de 30)


hormigas de tamaños descomunales se pasean por el patio y la cocina de nuestra nueva morada al otro lado del río. más grandes incluso que aquellas que vi en la trilha de la cachoeira do sosego que hicimos el otro día. el encuentro con los tres duendes en esa trilha desencadenó y desenmascaró egoísmos, recelos, maneras de comunicarse, preguntas por el compartir. yo, simplemente aprendo cada vez más a callar, a no ofrecer de más, con algo de tristeza. un día, pienso, tendré mi casa, mi huerta, mis vecinos con quienes gusto de compartir el trabajo, la comida, la música, las veladas de velas, los fuegos ceremoniales. un día tendré mi casita circular, de techo vivo y paredes de barro, madera y botellas coloridas. serán varias casas circulares, unas más chiquitas, otras más grandes: la casa principal, el taller, el estudio, la casita de huéspedes, el baño seco. ese día voy a trabajar con muchos niños en una escuelita a la que sólo se llega caminando, pero también vendrán caminando a mi casa-escuela jóvenes de todo el mundo. la casa tendrá una estantería con muchos libros, todos ellos escogidos, hermosos. 

mi estudio será mi recinto sagrado. de prácticas de silencio, de músicas y plantas sanadoras, de juego creativo, de lectura, escritura, pintura. 

no me importa demasiado saber dónde será, o quiénes serán mis vecinos.

sin embargo, hay otras preguntas fundamentales:
¿trabajar la tierra o cultivar el espíritu? ¿existe uno sin el otro?

y también otras importantísimas:
¿quién soy en lençois? ¿qué significa lençois para mí? ¿en qué se parece a otras ciudades? ¿en qué es distinta? (sus gatos) ¿en qué soy yo misma diferente acá? 

y otras por decantación:
¿cuánta profundidad soy capaz de alcanzar en solitario? ¿cuánto necesito de los otros? ¿qué sentirán las hormigas al caminar sobre jabón en polvo? ¿dedicaré un día todas mis horas sólo a escribir?

- hacerse preguntas no significa necesariamente contestarlas -

he tirado bombas en mi pasado, y luego he buscado sobrevivientes entre los escombros. las personas, los hechos, e incluso las epifanías del pasado, a él pertenecen. cuando del río de los recuerdos emerge algún cuerpo con vida, traerá sus vivencias del fondo del lecho, y con ellas, la transformación.

he querido imaginar que era posible retomar los proyectos donde quedaron varados. pero allí donde quedaron hay que ceremoniarlos, ponerles un marco, cocinarles unas papas fritas o un acarajé con camarão, celebrarlos por lo que fueron o pudieron haber sido, y darles de probar lo que soy gracias a ellos

hoy no sé muy bien quién soy o qué rol cumplo. soy esas ganas mañaneras de café y chapati con polvo de hornear. soy la que va y le pone música a las esquinas de lençois. soy la que desea estar en paz con lo material. soy la que ama sólo a uno que sólo a mí ama. soy ese intento de armonizar con el entorno armonizando con mi pareja. soy la que vive en un plano diferente. soy la que no forma parte de nada, un átomo de ácido suelto en una solución alcalina. soy las canciones que hoy voy a aprender y cantar, un escupitajo del monstruo del sosego. soy una caricia. soy terciopelo. soy reportera del cambio de era. soy una esperanza sin sueño. soy la necesidad de aire. soy un respiro. soy cataplasma, voluntad aguerrida (vamos que me la creo!). soy costumbre instalada. soy mis hábitos de nostalgia y fantasía. soy lo inconcluso. soy la que escucha a todos los pájaros del día. soy la que un día será ornitóloga. soy la que se levanta antes que todos y la que sale la última. soy la que sueña con ser un alma despierta que sueña todo el día, la que desea abrazar y despertar a todos los que lo deseen. soy la que algún día tendrá esa casa a la que todos acudan, aunque esté lejos y escondida. seré el hada buena del bosque, cocinando cosas ricas y saludables. soy la que seré, mas no la que fui. me despido de la que fui, de la que creen conocer. nadia me ha conocido realmente. ni yo misma, claro. me despido  de todo lo excelente que podría ser o haber sido. 

buen día, mi nueva yo. 


días después, bonny da a luz a cristal, en compañía de maría, en una ambulancia, al borde del camino. 

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foto: romi messina

lunes, 22 de septiembre de 2014

primavera (23 de 30)



querida primavera:

llegaste en el momento justo. te habían anunciado los colibríes que vienen a comer y bailar en los picos de tucán del jardín de karla y marcos. cuando los escuché y luego los vi, una vaga añoranza se apoderó de mi sueño. el azul intenso de esa mariposa roja y amarilla que se cruzó en el sendero - donde minutos antes el hada negra de la noche me había recordado: "atrás dejaste el invierno de una infancia abundante en planes, deja que el calor de lo incierto sea el que mece la cuna de tu juventud..." -, aquel azul que conservaba su intensidad en el amarillo y colorado de un vuelo orgulloso y lleno de despreocupada ligereza, quiso advertirme acerca del calvario de saberme oriunda de los calores más refrigerantes y de los fríos más bochornosos.

llegaste, primavera, aunque aquí en itacaré tu llegada no se reciba con pompas - es que pasas algo desapercibida cuando todo el año las personas pueden bañarse en tu océano de esmeraldas. 

eres diferente en el mar. la montaña tiene otras gracias para tí. estoy perdida, y no sé dónde hallar tus flores. por eso pido al colibrí hermano de la mariposa, el colibrí azulmente colorado e intenso: "fala para mim, colibrí. muestrame dónde encuentras los néctares de tus estaciones."

primavera querida, sé que puedes sentirte decepcionada de llegar y encontrarme así, aún sin florecer. la lluvia que dejaste caer, esa lluvia de noche solitaria, sé que fue tu ofrenda, tu voto de confianza. la dejaste caer, y en ese caer tu voz se levantaba, escondida: "siempre estaré llegando, y las tuyas, como las de las orquídeas o el bambú, son semillas que demoran más de una temporada en brotar. ten paciencia, jali de los vientos. tu primavera llegará también."

así me hablabas escondida en la lluvia, y sabiendo que llegas también para otros a través de mí, sentí alivio. cerré entonces los ojos; los abrí hacia dentro. el diamante de luz no tardó en hacerse ver. la sutileza de un cuerpo despojado de materia instaló la liviandad como medio de transporte en un espacio abierto pecho adentro. y allí me vi, en posición de loto al borde de un estanque, que después río, lago, estero, océano. y allí, sobre el agua, mi alma, encendida por los colores que el movimiento de las aguas le imprimían.

primavera, yo sé que tú soplabas para que ellas se movieran! yo sé que viniste para abrir los ojos de las almas. y sabes qué es lo más curioso? que al final del reflejo, al fondo del estanque, pude ver las raíces. la luz de mi diamante recorría el cablerío de canales, y se expandía hacia abajo, enredándose con otras luces que irradiaban en las profundidades. entonces comprendí que florecer es una acción comunitaria - además de ser un acto de amor.

tu lluvia, primavera, inunda mi presente sosegado, llega a los caminos muertos y secos del pasado, alcanza los médanos vírgenes hacia donde se extienden mis raíces de luz.

qué más decirte, primavera. he interrumpido la escritura de esta carta por perderme en el frondoso paisaje que atraviesan las rutas que me llevan hacia un reencuentro con el sol. por eso decido despedirme, sólo por hoy, con este pensamiento que me ha asaltado sin motivo: primavera, aprovecharé tu llegada para reinventarme. cambiaré mi modo de hablar y de sonreir. mudaré mis ropas y mi modo de hacer planes. romperé mis espejos y sólo me observaré en reflejos de agua. 

y te dedico también esta canción sin sentido.

una misión estancada
entre aguas de indecisión
una canción escondida 
en los pliegues de un camisón
una semilla germina 
en las alas de un gorrión
una chicharra rechina
muerta de calor

y llora sumasa
su alma está en el portal
su aullido felino
despierta este caminar
cantando las letras de un sueño
que nunca se deja de soñar

son nuevos sonidos 
que atraen la inspiración
despiertan sentidos
en la imaginación
y una tortuga de palma
blando su fuerte caparazón
protege los talismanes
que son mi protección  

y llora sumasa
su alma está en el portal
su aullido felino
despierta este caminar
cantando las letras de un sueño
que nunca se deja de soñar

con amor,

j.