sábado, 1 de noviembre de 2014

mis nortes, parte 1 (28 de 30)




"Práctica sugerida: recuerda algún viaje previo, cerca o lejos, no importa. Toma notas en forma de memorias: ¿qué cosas dijiste de ciudad, qué cosas viste en ese viaje? Y luego fabula, formula hipótesis (pueden no tener ningún tipo de sentido) acerca de todas esas cosas que dejaste afuera: personajes, situaciones, colores que no pudiste ver. Es un pequeño esfuerzo: lo haces a consciencia, la atención se transforma, te vuelves más amplio, y tienes más caudal de palabras que ahora puedes mencionar. Y cada vez que estés por comenzar un viaje, recuerda mirar más allá, abrir los ojos, hacer silencio, dejar tus verdades al costado del camino para contar con la posibilidad de reconocer otros nortes, escuchar otras palabras, y ampliar el horizonte con el cual vives tu vida." (Norte de Papel, semana 3, clase 13. Un norte ideológico: la mirada y el camino)

Portland. Bebederos. Transporte público gratuito. Bosques milenarios a distancia de caminata desde el centro. Productos orgánicos. Puentes y el río Potomac. Pero viví demasiado tiempo en esta ciudad para hacer este ejercicio. Veamos alguna que haya visitado por pocos días. (¿Viví demasiado tiempo en esta ciudad para hacer el ejercicio de plantear una hipótesis acerca de algo que no haya visto en ella, algo que se me haya pasado desapercibido de ella? Volveremos sobre esto en unos instantes.)

Amaicha del Valle. Cerros. Un lugar donde podría vivir. El hombre que nos invita a su casa a un día de caminata, montaña adentro. El carnaval anti pachamama: pomos en el piso, generadores de energía contaminando de ruido la plaza, saturación. Mujeres al poder (sociedad matriarcal). La reunión de copleras. La vida artesanal: pensé poder vivir en ese pueblo un tiempo, sólo por pasar el tiempo aprendiendo a hacer cosas con mis manos: cerámica, tejido, curtiembre, telares, ni hablar del canto con caja. La madre de Angela, coplera, artesana, campesina, picante, de descendencia frugal. La casa de Angela y Jorge y la casita de huéspedes del fondo. Verónica Condomí y su taller de canto circular, y su concierto. La gente que se jubila y se viene a vivir a Amaicha, o los que tienen aquí su casa de vacaciones. La tormenta en la carpa y los truenos más estrendosos que experimenté en mi vida. La mujer del vivero de Córdoba, regalando miles de plantas y árboles.

Lo que me sucedió con Munay, su hermana y el tarot fue tal vez la muestra de una hipótesis que nunca antes había formulado: que hay secretos escondidos bajo mil llaves y que el sólo proponer la existencia de una llave maestra puede generar altísimos cortocircuitos.

Pero a ver qué otra cosa podría no haber visto en Amaicha... Porque las nubes me hablan siempre, igual que las veredas y el color del aire. Veo el perro atado en la segunda casa camino a la feria e imagino diez perros más viviendo en la habitación del fondo, y los diez hijos de la familia usando a los perros de almohada. Y también imagino una concepción del tiempo que podría tal vez explicar pero nunca entender. Tiempos de cosecha, de riego, de espera, de caminar hasta el campo aquel donde el trigo y la alfalfa. Tiempos de esperar a los hombres que volverán borrachos pero que nunca serán echados de la casa. Tiempos de reunirse a compartir coplas picarescas, y sobre todo: tiempos de no envejecer porque en cada arruga de las copleras viejas desaparece el tiempo. La juventud no está sobrevaluada en este pueblo: ser la más vieja puede ir de la mano de ser la más codiciada por ellos.


(Juli: tu escrito está muy lindo, nos hacés un mosaico de dos lugares bien diferentes. Pero... por qué no ahondás en la historia del perro? O en el misterio escondido en aquel campo de alfalfa?)

Ok.

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El "desafío creativo" es una adaptación de la Dinámica Creativa propuesta por MV acá. Llegué a alguien que estaba haciéndolo. Yo necesitaba una inspiración para tener constancia en la publicación de entradas, como un modo de adquirir una disciplina, una rutina, un entrenamiento de escritura. Eso, por decantación, me fue guiando hacia la búsqueda de una expresión literaria más profunda. Todo esto tiene su raíz en la voluntad de abrir cada vez más el camino hacia mi alma, hacia el lugar donde se lee en el revés de la trama. 
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