domingo, 23 de noviembre de 2014

identidad (30 de 30)

Hoy no tengo ganas de escribir, y sin embargo tengo tantas ganas de encontrar maneras de decir que las arcillas nos devuelven a un estado anterior a todos los descascaramientos, o que las flores silvestres de Colonia en primavera resisten cualquier desalojo de ladridos (o ladrillos) gastados. Decir cosas como que nunca el futuro estuvo tan cierto en su incertidumbre, o que ya no me interesa entender cómo caí en este modo de vivir porque siempre fue el mismo deseo de lo salvaje. Entonces así el retorno de N hace aparecer búsquedas olvidadas, y los desentendimientos con J me acercan a una distancia necesitada para el re-empoderamiento.

Es luna nueva: las cuevas aúllan, el río oscurece. Reflejo allí el alma porque también debe adquirir consistencia, ser metida al horno, cuajar en nueva identidad. La dulzura está sobrando, ya no quiero mieles por miles. Basta de inocencia! Basta de una cosa o la otra! 

----

Volví a dormir enmascarada, entonces los sueños se animaron a mostrarse. Primero parecía una fiesta de antifaces: ese grupo de la secundaria! MM, IV con un look mezcla AN y ella misma de una manera esquimal y vikinga: pelo como lo tenía mi madre en España año 89, o como Glenn Close en Atracción Fatal. Platerías sofisticadas, con malaquitas acróbatas, sobre la falange superior de la oreja. Luego, Flor y Ceci sellando su complicidad con un beso suculento. Y ahí quedo, perdida e indecisa con la pala en la mano al lado de la casa de adobe, tratando de entender si era que elegíamos primero el lugar donde íbamos a dormir para luego a armar los equipos, o si los grupos se armaban primero y así elegir dónde dormir. De cualquier manera, quedé como un cuatro de copas: sola y confundida.
Hubo más, y la sensación al despertar fue de alegría por haber recuperado mi dimensión onírica. Sin embargo, las puertas están abiertas para la transformación. No hay más sensación de tiempos perdidos ni de espacios inaccesibles.

----

No parar de trabajar con niños. No parar de hacer música CON OTROS. NO PARAR.

Deténte. Respira hondo. Retiene. Exhala.

A NADIE DEBES DEMOSTRAR NADA.

Pero qué lindo compartirse. Qué lindo atravesar el puente de lo interno a lo externo trans-portando la materialización de una visión o emoción.

- todo radica en la necesidad de comunicar algo –

Amanecí con el sol, mas las nubes ya estaban despiertas y bloqueaban la vista del astro. Los pájaros me despiertan también, mas sus cantos son inciertos. Un hueco se abre entre los árboles y me dejan ver una tortuga que busca elevarse. Somos infinitamente más posibles que lo que nos permitimos imaginar. Casi no necesito caminar hasta el salto para sentirme parte del paisaje.

----

 “It is easy to forget how mysterious and mighty stories are. They do their  work in silence, invisibly. They work with all the internal materials of the mind and self. They become part of you while changing you. Beware the stories you read or tell: subtly, at night, beneath the waters of consciousness, they are altering your world” y las películas que pasan en el bus me dejan pensando cómo viviré el sexo a partir de mañana.

-----

Una nueva identidad. Publicar los escritos más prohibidos de los que sea capaz con un alias que no sea rastreable. Que sólo quienes yo quiera sepan que soy yo. Escribir acerca de mis fantasías, acerca del sexo como siempre me jacté de vivirlo: sin tabúes. “Todas las represiones acerca de mis sueños y de las posibilidades de transformarlos en realidad que se encargó de inculcarme Madre, no tuvieron eco en mi vida sexual.” Recuerdo decirle eso a mi terapeuta que casualmente tenía el mismo nombre que mi madre, y ya eso es mucho decir.

Hablar sin tabúes de mi falta de tabúes. ¿Existe necesidad de apelar a personajes imaginarios cuando mis experiencias superan muchas veces lo que cualquiera podría imaginar? La literatura permite eso: ampararse en la imaginación para hablar de nuestros sentimientos más íntimos.
Anaïs Nim: mi mentora en esto de desnudarme para verme, entenderme, aceptarme, y sobre todo: potenciarme.

No diré que me sobran los motivos para soñar dormida: hay que estar bien despierto para escuchar las voces que allí hablan. Allí en ese mundo donde los números nos indican algo más que el destino de nuestra suerte. Atino Desatinos Desmedidos. Sin alivios. Mi nombre verdadero. El nombre con el que me permitiré ser verdadera. “Hoy te pusiste tu vestido de prohibido.”

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.